¿Cuántas veces has escuchado esa frase? y ¿cuántas veces la has visto hacerse realidad? Dar ejemplo es la manera más eficaz de influir en las personas, es la manera más rápida de ganarte el respeto de todos los que te rodean.

Este debería ser el primer axioma del líder, y sin embargo, lo que resulta tan fácil de decir, no es tan fácil de practicar y actualmente tenemos la sociedad llena de ejemplos en contra.

Personas que predican honestidad y son unos grandes deshonestos, los que hablan de justicia y son los primeros en tratar de esquivarla, los que se llenan la boca hablando de los grandes valores y los traicionan todos y cada uno de ellos en el momento que les parece más apropiado.

¡Qué fácil resulta dar grandes discursos y que difícil es llevarlos realmente a la práctica!
Sin embargo, todos reconocemos a quién realmente es fiel a sí mismo, a quién se atreve a hacer lo que dice que es correcto y evitando las charlas magistrales se limita a hacer de propia vida un discurso que hable abiertamente de quién es, de lo qué piensa y de lo qué considera importante.

Alguien que se atreve a mostrarse a mundo como realmente siente y piensa y está dispuesto a pelear por lo que realmente considera importante, con independencia de que del argumento esté o no de moda, es una persona que no puede dejar a nadie impasible

Estos individuos, por su forma de ser se ganan en respeto de muchos y el odio de otros tantos que envidian su valor. Permitirte el lujo de ser auténtico no es algo fácil, conlleva esfuerzo para mantener tu postura y valor para no achicarte ante la crítica de los envidiosos o los comentarios en contra.

A pesar de las dificultades, tiene algo que para mi es un gran argumento a favor, son fieles a si mismos y  cuando ponen la cabeza sobre la almohada, lo hacen con la satisfacción de haber vivido su vida y no la que alguien le haya querido imponer.

Ese es el grupo en el que día a día me esfuerzo por hacerme un hueco. Utilizando palabras de Kurt Cobain, “prefiero que me odien por lo que soy a que me quieran por lo que finjo ser”