Las historias no se entiende mirando hacia adelante. Las historias se comprende cuando miras hacia atrás. Sigue caminando y en algún momento encajaran todas las piezas y podrás comprobar como todo lo que has vivido tiene un motivo.

Con independencia del momento en el que te encuentres. Aunque sientas que vives una continua carrera de obstáculos, donde nada parece tener sentido, no dejes de pelear.

Si pones todo tu esfuerzo en ello, la vida te devolverá el fruto de tu trabajo de la manera que menos te esperas y te darás cuenta de que aquello que más te asustaba era lo que te aportaría el mayor crecimiento.