¿Eres una personas feliz? Probablemente la pregunta te deje un poco descolocado. ¿Feliz en comparación con qué? Es una pregunta que yo no sé bien como contestar, aunque si miro hacia atrás lo que desde luego puedo afirmar es que soy mucho más feliz de lo que era hace cinco años, y que confío en ser mucho mas feliz dentro de otros cinco.

La felicidad tiene poco que ver con estar siempre alegre o entusiasmado, eso, además de que no sería sano, es poco realista. La felicidad es un viaje, un viaje que dura toda la vida y que consiste en gran medida en como vives sin importar lo que realmente hagas o seas.

Para William Damon, “Lo que si importa para la felicidad es hacer algo que la persona encuentre absorbente, retador, irresistible y especialmente cuando esto hace una contribución valiosa al mundo más allá de uno mismo”

Aquí Damon habla de las dos cosas necesarias para tener una vida feliz:  Significado y  Placer.

Tener una vida con significado implica tener unas metas o unos objetivos que nos aporten unos beneficios futuros. Un motivo para levantarnos por la mañana, una razón por la que luchar para seguir hacia adelante.

Ese es un componente importante de la felicidad pero por si mismo no es suficiente. Viktor Frankl, autor de el libro “El hombre en busca de sentido” habla de su experiencia en Auschwitz, y como solo sobrevivieron aquellas personas que tenían un propósito para sobrevivir, un significado, una meta. Alcanzar ese propósito les hacía luchar día a día, sin embargo resulta absurdo pensar que esas personas pudieran ser en algún momento felices.

Es muy sano saber hacia donde nos dirigimos en todo momento, pero tenemos que poder, además, disfrutar del camino, disfrutar del Presente y a esto se refiere la segunda parte de la receta: nuestra dosis de Placer. El segundo componente necesario para poder llevar una vida feliz. Uno sin el otro no es suficiente.

Una vida enfocada única y exclusivamente al placer, después de una temporada de gran diversión, se convierte en una vida vacía. A todo te acostumbras y al placer también. Cada vez necesitas más para sentirte bien, y llega el momento en que te das cuenta de que nada es suficiente para hacerte sentir feliz.

Para llevar una vida plena tenemos que ser capaces de conciliar Presente y Futuro. Tenemos que encontrar significado en nuestras metas, como seres humanos necesitamos algo a lo que aspirar, pero al mismo tiempo tenemos que ser capaces de disfrutar el día a día.

Algo sobre lo que reflexionar:

¿En que momentos experimentas la felicidad en tu vida?
¿Qué es para ti tanto significativo como placentero?
¿Qué es lo que te proporciona beneficios futuros y presentes a la vez?