Por costumbre, creencia o tal vez por necesidad humana, vivir en pareja es, para muchos, la circunstancia más determinante para alcanzar la felicidad.

Desde la más tierna infancia, todos buscamos la pareja ideal. Si preguntas a un niño en edad escolar, es muy probable que no tenga claro que es lo que le gustaría ser de mayor; ahora bien, de lo que seguro que no dudará, es de que quiere tener una pareja.

Sin embargo, un deseo tan prioritario, parece que pierde fuerza cuando finalmente lo alcanzamos. Vivimos en una sociedad en la que el índice de separaciones y divorcios es cada vez mayor. En España 7 de cada 10 matrimonios acaban en ruptura y, aunque eso sea cierto, todos conocemos relaciones de pareja que funcionan muy bien.

Para John Gottman y David Schnarch, dos de los psicólogos que más han profundizado en los motivos que hacen que las relaciones funcionen, invertir en la pareja es el elemento determinante para el buen funcionamiento de una relación.

 

INVERTIR EN LA PAREJA
A nadie se le ocurre pensar que el trabajo de sus sueños será suyo para siempre si no le dedica tiempo y esfuerzo. Algo que resulta evidente cuando nos referimos a nuestra vida laboral, parece que no aplica cuando nos referimos a la pareja.

Con demasiada frecuencia, después del los primeros años de relación, nos dejamos llevar, por la comodidad, la confianza o la rutina y nuestro comportamiento se hace cada vez más previsible y distante.

Dejamos de ocuparnos de la relación como lo hacíamos al inicio, dejamos de compartir objetivos, ilusiones, planes y, sin darnos cuenta, nos alejamos sentimentalmente aunque físicamente sigamos unidos.

Muchas veces, cuando finalmente llega la ruptura, no es más que una constatación física de lo que ya estaba había pasado antes.

La ilusión, la complicidad y el deseo son tres ingredientes que no pueden faltar si queremos que nuestra relación de pareja funcione y, para mantenerlos vivos a través del tiempo, tenemos que trabajar duro. Estas son algunas de las muchas cosas que podemos hacer.

 

Aprecia lo positivo: Si estáis juntos, será por algo. Deja de ver solo lo negativo y empieza a buscar lo bueno que seguro que también tiene. Acostúmbrate a ampliar el foco.

Evita la rutina: No hay nada menos sexi que la rutina. A todo nos acostumbramos y a nuestra pareja también. Si quieres que el deseo y la ilusión se perpetúe, deja de acomodarte y empieza a inventar. Inventa planes, cenas, escapadas románticas, todo vale si os permite huir de la rutina diaria.

Mantén el espíritu del comienzo: Cuando entras en un restaurante puedes diferenciar perfectamente las parejas que acaban de empezar la relación de las que llevan años casadas.

Las parejas que llevan poco tiempo juntas están en contacto constante, se dan la mano,  se sonríen, se miran, se escuchan … ¿Cómo sería mantener ese espíritu en el tiempo? ¿Qué sería distinto si actuáramos cada día como si estuviéramos en el primer mes?

Cuida los detalles: El amor está en los detalles pequeños. Está muy bien la sortija de diamantes o el yate, sin embargo, esa no puede ser la base de una relación sana. Busca cosas que puedas mantener en el tiempo y que saquen una sonrisa de tu pareja.

 

Y, sobre todo, no des nada por sentado. Nada es para siempre si no queremos que lo sea. Deja de pensar que llevar determinados años juntos es razón suficiente para seguir juntos de por vida. Si no cuidas lo que tienes, es probable que lo pierdas y quizá, entonces, lamentes no haber hecho algo cuando tuviste la oportunidad.