¡Curiosas palabras! Parece que es algo que hacemos todos lo días pero, sorprendentemente muy pocos son los que realmente le dedican el tiempo suficiente.

¿Donde te gustaría estar dentro de 10 años?, ¿dentro de tres? y, ¿el año que viene? Da igual el plazo que te marques, puede que tengas una ligera idea de lo que te gustaría pero, la verdad, es que el día a día nos absorbe y pensar más allá de la próxima semana nos llega a parecer una enorme pérdida de tiempo.

Si, además, tenemos algo que no funciona como nos gustaría, podemos sentir que nuestro mundo se empequeñece todavía más. El tema, sea cual fuera, acapara toda nuestra atención y se hace dueño de nuestros pensamientos y emociones sin dejar espacio para más.

Esto no es algo que solo pase a unos pocos, esto nos pasa a todos en mayor o menor medida. En esos casos cambiar la atención es lo único que puede ayudarnos pero, algo tan fácil de decir es muy difícil de hacer.

Para poder avanzar tenemos que ampliar esta visión, tenemos que ser capaces de salir del túnel y posicionarnos en un espacio abierto donde corra el aire y donde crezcan la posibilidades. Nada es mejor para ampliar la visión y salir del agujero que plantearnos donde queremos estar dentro de tres años.

Probablemente te parezca imposible. Si estás hasta arriba de cosas que hacer, ¿cómo vas a perder el tiempo pensando a tres años vista? y sin embargo, si quieres ser productivos en el presente tienes que dedicar parte de tu tiempo a planificar el futuro aunque eso, en este momento, te pueda parecer totalmente improductivo.

Para ser productivo lo primero que hay que hacer es definir a donde quieres llegar. Si quieres ocupar un nuevo puesto, cambiar de trabajo, crear una empresa… Cualquiera de esas cosas implica una preparación previa y necesitas invertir parte de tu tiempo actual en diseñar tu tiempo futuro. Tendrás que dedicar tiempo a formación, a desarrollar habilidades que tienes olvidadas o, simplemente, a relacionarte con otras personas.

El priorizar tu futuro, te hará salir del remolino y te marcará un camino por el que seguir. No te apures, las cosas que tienes que hacer, acabaran hechas. Estarás trabajando en tu futuro y al mismo tiempo habrás sido capaz de acabar tus tareas diarias sin perder por ello ni un poco de calidad, simplemente habrás reducido el tiempo que dedicas a dar vueltas obsesivas a los temas recreándote en pensamientos recurrentes.