¿Cuál es tu objetivo principal en la vida? ¿Qué es lo que realmente está en el número uno de tu ranking de prioridades, el dinero, la fama, el prestigio o, tal vez, la felicidad?

Hoy quiero proponerte un juego:

Imagínate, que un día paseando por el campo te encuentras con la lampara mágica de Aladino. La frotas y sin perder un segundo sale el consabido genio pero en lugar de concederte tres deseos, te dice que solo puedes elegir entre dos alternativas y además, te avisa de que no hay trucos ni matices, lo que decidas será y será así hasta el final de tus días.

Las dos opciones que te ofrece son: ser un multimillonario totalmente desgraciado o una persona que solo tiene lo justo para vivir pero que es completamente feliz.

Recuerda que no hay matices. ¿Qué elegirías?

La mayoría de las personas elegiríamos la felicidad aunque implique no tener más que lo justo. Diversos estudios han demostrado que la acumulación de los bienes material, una vez que se supera un nivel mínimo, no tiene ninguna repercusión en tu nivel de bienestar. ¿De que nos iba a servir ser millonarios si íbamos a ser unos desgraciados de por vida?

Como te dije al principio, esto es solo un juego y poco tiene que ver con la vida real en la desde luego puedes ser millonario y además ser feliz pero, probablemente, haya servido para que por un momento te pararas a pensar cuál es el objetivo principal de tu vida.

Si el objetivo principal es ser feliz, el éxito en nuestra vida debería medirse por lo felices que fuéramos y no por el dinero que tuviéramos en la cuenta corriente.

Esto es mucho más fácil de pensar que de llevar a la realidad. Seguro que todos estamos de acuerdo en la teoría pero, en la práctica es mucho más complicado. En la sociedad en la que vivimos se ha generalizado la idea de tanto tienes, tanto vales y como afirma  Tal Ben Shahar, “parece que solo cuentan las cosas que se pueden contar”.

Quien más y quien menos, todos de alguna manera nos dejamos llevar por esta creencia y nos olvidamos de cual es nuestra prioridad real. Naturalmente que las cosas materiales son importantes aunque, para la mayoría de la personas, no es lo más importante.

Si buscas la manera de llevar una mayor sensación de felicidad a tu vida te dejo una serie de sugerencias que te puedan ayudar.

INVIERTE EN EXPERIENCIAS: Una investigación hecha por Carter y Gilovich de la Universidad de Cornell demostró que, en general nos hace más felices invertir en experiencias que en cosas materiales.

O sea que, en términos generales, te hará más feliz gastar el dinero extra en unas vacaciones que en un coche nuevo. ¿La razón? la capacidad que tenemos para acostumbrarnos a todo hará que en muy poco tiempo la ilusión del coche nuevo desaparezca mientras que los momentos vividos durante la vacaciones podrás recordarlos toda la vida.

HAZ LAS PREGUNTAS ADECUADAS: Cuando tenemos alguna duda, muchas veces optamos por la la solución más rápida y lo que consideramos el camino más corto, sin dedicar ni un minuto de nuestro tiempo a saber realmente lo que queremos.

Por ejemplo, a la hora de elegir carrera, es fácil que acabemos estudiando aquello que consideramos que va a tener una mejor salida, lo que nos parece que nos resultará más fácil o simplemente lo mismo que han elegido nuestros amigos, sin parar a preguntarnos primero qué es lo que realmente queremos hacer con nuestra vida o qué es lo que realmente disfrutamos haciendo.

ENFÓCATE EN LO IMPORTANTE: Aquello en lo que nos enfocamos es lo que realmente marca la diferencia. Puede que tenga la vida llena de cosas buenas: una gran familia, un montón de amigos, un buen trabajo, pero si solo miro lo material, es posible, que me encuentre con que mi casa no es la más grande, ni mi coche el más rápido.

Si solo pongo el foco en lo material no importara cuantas cosas maravillas tenga a mi alrededor ya que no seré capaz de apreciarlas.